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Punto Azul es un centro de acopio de material reciclable para los cartoneros que trabajan en la ciudad de La Plata y se organizan en la Federación.

 

El Punto Azul representa una oportunidad para promover derechos e interpelar los sentidos de la convivencia y de lo común. Constituye un aporte, tanto material como simbólico, a actores sociales que no participan de una ciudadanía plena, entendiendo la ciudadanía como el ejercicio y goce de los derechos. Por eso es fundamental no separar la promoción ambiental de la promoción de derechos: las campañas de reciclado no deben limitarse a su aporte ambiental sino orientarse al reconocimiento del cartonero como Trabajador Urbano y Reciclador. Porque no hay reciclado sin inclusión social y no hay inclusión sin educación en Derechos.

 

El Punto Azul no solo contribuye al reciclaje sino también a la pelea por un Mejor Vivir, por un Salario Social para los Cartoneros y todos los derechos consagrados como Trabajadores, por políticas públicas de inclusión, por una economía socialmente integradora.

 

¿Por qué azul?

Las políticas públicas de reciclado centradas exclusivamente en lo ambiental se identifican con el color Verde. La denominación de "Punto Azul" surge de la necesidad de incorporar la dimensión social, propiciando el reconocimiento de los trabajadores en el sistema de reciclado e involucrando a diversos actores institucionales en la demanda de un sistema público que los incluya.

La Federación de Cartoneros y Recicladores (FACyR) es una herramienta gremial que nace de la experiencia de organización de los cartoneros en CABA y se expande a distintos puntos del país a medida que este sector se organiza.

Se estima que en Argentina hay alrededor de 100.000 cartoneros. En la ciudad de La Plata la organización se viene desarrollando desde principios de 2015, agrupando a más de 200 familias de cartoneros/as, en su mayoría carrerros y carreras, es decir, cuya herramienta de trabajo es el carro y el caballo.

El trabajo de los cartoneros forma parte de la economía de los excluidos, de quienes se inventaron su propio trabajo para sobrevivir a la exclusión.

Es la herramienta reivindicativa que los trabajadores nos creamos para la defensa de los derechos y el reconocimiento del valor ambiental y social de la labor que desarrollamos. Nucleamos a los trabajadores cartoneros, carreros, recicladores y recuperadores urbanos de todo el país, organizados en cooperativas y otras formas asociativas.

El objetivo de esta Federación es defender los derechos de los trabajadores cartoneros. Impulsamos que en todas las jurisdicciones del país se termine con el negocio corrupto y anti cartonero del reciclado en manos privadas e impulsamos la implementación de un sistema de reciclado público, co-gestionado entre el Estado y las cooperativas. Exigimos el reconocimiento de los trabajadores cartoneros organizados en cooperativas como únicos y exclusivos prestadores del servicio de recuperación, clasificación y acondicionamiento de residuos sólidos urbanos secos domiciliarios y de grandes generadores.

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para que se nos pague la remuneración por nuestro trabajo, que se nos garantice el acceso a una obra social y un seguro contra accidentes, luchamos para acceder a las herramientas, maquinaria y vehículos que nos permitan mejorar las condiciones

de trabajo, para erradicar la explotación infantil de la actividad, para que todos los cartoneros podamos vender nuestros materiales a precios justos, luchamos para que las empresas que se benefician con nuestro trabajo aporten económicamente para la dignificación de la actividad.

Para modificar esta realidad los trabajadores organizados hemos conformado una organización que traspasa las barreras territoriales de cada grupo, para exigir y promover políticas de inclusión para el sector cartonero.

A su vez la Federación es una de las organizaciones que componen la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).

Excluidos y a la vez explotados, perseguidos e incomprendidos, los trabajadores cartoneros construimos, de a poco, organización y conciencia en algunas ciudades del país y, en algunos casos apoyo y reconocimiento estatal.

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Sin embargo, en la República Argentina el cartonero sigue siendo un actor principalmente informal, su actividad está expuesta a un alto riesgo por falta de condiciones mínimas de higiene y seguridad, plagada de trabajo infantil, inmersa en ignominiosas situaciones de sobre explotación y excluída del accionar integrador del Estado Argentino.

Esta Federación difunde los valores de solidaridad y lucha entre sus trabajadores practicando la consigna que hemos hecho propia en cada combate por los derechos de las y los trabajadores cartoneros.

El Movimiento de Trabajadores Excluidos es la organización que fundó e impulsa la FACyR y a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular.

La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) es una organización gremial independiente de todos los partidos políticos, representativa de los trabajadores de la economía popular y sus familias. La CTEP es una herramienta de lucha reivindicativa para la restitución de los derechos laborales y sociales que nos arrebató el neoliberalismo y que aún no hemos recuperado. 

La CTEP es necesaria porque a pesar de todos los avances paridos por nuestro Pueblo durante los últimos años, lejos estamos de vivir en una Patria Justa. La injusticia que persiste se expresa dramáticamente en nuestros diez millones de pobres, en millones de trabajadores sin plenos derechos, en multitud de niños sometidos a trabajo infantil, en la desesperanza de los jóvenes que ni estudia ni trabaja, en cientos de miles de hogares arruinados por el paco,en la opresión de nuestros hermanos esclavizados en prostíbulos y talleres clandestinos, en los campesinos e indígenas desplazados por el agronegocio, en millones de compatriotas sin vivienda digna, en centenares de villas y asentamientos sin infraestructura básica, en los pibes asesinados por el gatillo fácil y el crimen organizado; todas situaciones de injusticia que sufrimos, sentimos en lo más profundo y nos convocan a redoblar el esfuerzo militante. 

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Los millones de excluidos del mercado formal de trabajo, los millones de expulsados del campo y los que aún resistimos en nuestro territorio, nos fuimos buscando un lugarcito en la periferia social, inventándonos nuestro propio trabajo, aferrándonos a los programas sociales, también sudando en pequeñas empresas informales que no garantizan condiciones dignas de labor. De a poco nos fuimos organizando, formamos movimientos, asociaciones, cooperativas, recuperamos fábricas, defendimos y recuperamos nuestro territorio y forjamos lazos de hermandad entre nosotros. Los cartoneros, campesinos, artesanos, vendedores ambulantes, feriantes, trabajadores de programas sociales, motoqueros, cooperativistas, micro emprendedores y obreros de empresas recuperadas, comenzamos a salir a la luz y a reclamar por nuestros derechos y trabajar por la unidad de todos los trabajadores.

La CTEP es necesaria porque tras diez años de crecimiento ininterrumpido en nuestra región, aprendimos que el mejoramiento de los indicadores macro económicos, el aumento de la productividad, el desarrollo de la tecnología y el incremento en las inversiones no se traduce en trabajo formal y dignidad para todos nuestros compañeros.

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Observamos como desde el Estado, quizás con buenas intenciones, se aborda el problema estructural de la exclusión socio-laboral con asistencialismo encubierto y recetas de "flexibilización progresista", la nueva cara de las "teorías de derrame" que esperan que a la larga el crecimiento del PBI nos resuelva la vida a todos. Frente a este panorama, tenemos dos opciones: conformarnos con subsistir como "ciudadanos de segunda" magramente asistidos por el estado en las periferias del mercado o construir una nueva economía que rompa con la lógica de la ganancia, la Economía Popular.

La CTEP es necesaria porque sin la unidad de los trabajadores, sin organización popular, sin movilización y lucha, no es posible conquistar los derechos que merecemos como laburantes. Por eso, para que la economía esté al servicio del pueblo, para que en esta sociedad no haya más esclavos ni excluidos, debemos construir esta herramienta.

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